Más de 500 camiones circulan cada día por el tramo más peligroso de la carretera N-230.

Alcaldes y usuarios denuncian la peligrosidad de una vía con la que conviven a diario y exigen medidas urgentes

HUESCA. Un media de 515 camiones al día circulan por la N-230 entre la localidad de Benabarre y Pont de Suert, un amplio tramo en el que se localiza uno de los puntos más peligrosos de la vía: las sinuosas curvas del pantano de Escales. El aumento de los vehículos pesados en los últimos meses camino de Viella por esta nacional debido a las limitaciones en los pasos fronterizos de Aragón y el incremento de accidentes en la zona hace que usuarios y alcaldes reclamen medidas urgentes para esta carretera que, denuncian, tiene el mismo trazado que el antiguo camino de carros que iba a Arén y, desde ahí, la pista que construyó la hidroeléctrica para aprovechar el río.


Una persona fallecida el pasado jueves en un choque frontal, un camión volcado tres días antes con una persona herida grave y el cierre de la carretera durante seis hora, u otro vehículo que ardió en Pont de Suert tras quemar los frenos son solo los últimos casos de una larga lista, a la que esta semana se han sumado dos nuevos accidentes. En este 2014 se han registrado ya 51 solo en el tramo de Aragón ya que, cabe recordar, la vía entra y sale en la Comunidad continuamente.

Según los datos facilitados por tráfico, el aforo en la esta carretera varía sensiblemente en los diferentes tramos. En el comprendido entre Benabarre y Pont de Suert uno de cada cinco vehículos que circula al día es un camión. Y es que a pesar de ser el de menor volumen, con unos 2.715 al día, el porcentaje de camiones asciende a 19%. Hasta Benabarre, la media es similar, de unos 500 al día; mientras que en el tramo aragonés más al norte se queda en 334. «Es relativamente importante el tráfico, pero muy diferenciado. En días laborables hay poco, pero en verano e invierno la circulación hacia Baqueira es más intensa», describió Andrés Fernández del Río, jefe provincial de Tráfico en Huesca. Asimismo, reconoció que dentro de las vías convencionales, junto al tramo que va desde Jaca a Yesa, también muy transitado tanto en época de esquí como en verano, podrían ser los dos más problemáticos de la provincia.

Lourdes Peña lo sufre diariamente. Trabaja en el ayuntamiento de Montanuy, situado en el cruce de la citada nacional con el eje pirenaico, pero vive en el núcleo de Forcat, a siete kilómetros. «Es peligroso siempre que te pones a un volante, pero en esta… cualquier día nos toca», comentó. «Rara es la semana que no hay una incidencia», añadió. Para ella, que además es alcaldesa de Tolva y los fines de semana viaja hasta su pueblo, el congosto de Escales es el peor tramo. «La solución no sé cual es -relató- pero a veces pienso que es cuestión de la providencia que no se te lleven por delante».

Escales, lo más urgente

Para el responsable del Ayuntamiento de Puente de Montañana, Javier Bergua, con servicios y algunas viviendas junto a la vía, la prioridad sería actuar en los tramos más peligrosos. «Escales, será caro porque habrá que construir viaductos y túneles. Pero las curvas que bordean el pantano es una tortura para el conductor y los ocupantes». También considera que en su pueblo debería hacerse una mejora. Él cree que el paso de la vía deja riqueza ya que, por ejemplo, están a medio camino entre Lérida y Baqueira. La distancia con la estación de esquí, 100 kilómetros, hace que se haya convertido en uno de los lugares preferidos de los aficionados para echar un bocado. De ahí que no apueste por variantes sino por mejoras en la trama urbana.

«La parada de autobús está sin señalizar y justo delante de un paso de peatones. Si está el autobús y una persona cruza, se lo puede llevar cualquier coche que esté adelantando. Y tenemos otro en un curva, algo que no es muy lógico ni seguro», describió.

Desde el Ayuntamiento de esta población, una de las pocas que atraviesa, están preparando un dossier para intentar mejorar estos aspectos en la travesía que en algunos casos, reconoció Bergua, «se solucionaría con un bote de pintura», criticó.

Desde su punto de vista, el tráfico de camiones ha descendido en los últimos años, nada tiene que ver con el 2008. Pero reconoce que aún así transitan muchos y, dan algún que otro susto. El último en su pueblo fue hace solo unas semanas, cuando ardió un camión porque quemó los frenos. No es el único, en la bajada desde Viacamp, reconoció, hay quien circula «como loco». «El olor del recalentado de los frenos, el amianto, se huele muchas veces».

El tramo más peligroso

Desde el restaurante Can Rocamora también consideran que el tramo de Escales es el más peligroso. «Desde aquí hasta Pont de Suert es peligroso. Es el peor tramo, es malo, estrecho, aún así se hacen adelantamientos…», criticó la dueña del establecimiento. Entiende que es lo más urgente, actuar en este tramo sinuoso y con muchos túneles, aunque también reclama medidas para su pueblo. Y es que, asegura, las señales de 50 para pasar por el tramo en el que están situados, pocos las respetan.

Las cifras les dan la razón. Según los datos de los que dispone Tráfico, hasta el viernes pasado se habían registrado un total de 49 accidentes en los tramos aragoneses. En 40 solo hubo daños materiales, pero los otros 9 se han saldado con 15 personas heridas y un fallecido, el hombre que murió el jueves al chocar su vehículo con otro frontalmente en Purroy (Benabarre).

Chunta Aragonesista denunció ayer que el Gobierno de España presupueste 16 millones de euros para la A-14 en Cataluña y solo 30.000 euros para los seis tramos aragoneses mientras no mejora la N-230.

ANA IPAS

PUBLICAT A “HERALDO DE ARAGON” EDICIO DE PAPER, DIMECRES 23 JULIOL