Pancatalanismo para niños

La Plataforma No Hablamos Catalán denuncia «la doctrina pancatalanista e imperialista» inculcada a los alumnos a través de una enciclopedia

La antigua catedral de Roda de Ribagorça (Roda de Isábena) es el exponente más destacado de notables edificios de estilo románico del norte de la Franja de Ponent, territorio de los Països Catalans, tierras incluidas dentro de Aragón». «La Franja de Ponent. Las localidades más importantes son: Benabarre, Graus, Tamarite de la Litera, Fraga y Valderrobres». «El pantano de Mequinenza es uno de los de mayor capacidad de los Països Catalans». «Aragón tiene dos lenguas oficiales: el castellano en todo el territorio y el catalán en la Franja del Ponent, y diversas hablas aragonesas dialectales en algunos lugares del Pirineo de Huesca».
Son solo cuatro ejemplos del contenido de los 20 tomos de la ‘Super enciclopèdia’ para niños de entre 8 y 14 años que la empresa Grup Enciclopèdia Catalana editó en 2001 y 2002 y que se distribuyó por centros escolares catalanes y bibliotecas. Los tomos también incluyen constantes referencias a «la Corona catalanoaragonesa» y llega a incluir las localidades de Benasque y Graus en la ‘Franja del Ponent’, dentro de los ‘Països Catalans’. La Plataforma Aragonesa No Hablamos Catalán ha denunciado una vez más «la doctrina pancatalanista e imperialista que desde las instituciones de Cataluña así como desde su televisión autonómica, TV3, se les inculca a los niños».
En los tomos de esta compilación aparece además de la empresa editora Grup Enciclopèdia Catalana, una referencia a la televisión autonómica catalana. No obstante, desde la cadena defendieron que esta enciclopedia se elaboró a iniciativa de una empresa privada y negaron cualquier relación con la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, pese a aparecer varios logos tanto de TV3 como de Super3, la cadena catalana infantil.
En total, se vendieron más de 10.000 ejemplares y según la Plataforma No Hablamos Catalán también se distribuyó en centros culturales de Aragón, por lo que reclamaron a la DGA «una revisión del material educativo para retirar todo aquel que sea mero adoctrinamiento político».
El portavoz de esta Plataforma, Carlos Acorella, se preguntó si CHA e IU «se levantarán también de la mesa de sus amigos y socios europeos de Esquerra Republicana de Catalunya y de Iniciativa Per Catalunya-Verds tras ver cómo nos dicen que Graus y Benasque hablan catalán o que Ribagorza fue uno de los condados-cuna de la nación catalana», después de recodar su anuncio de no participar en la ponencia que analiza la ley de lenguas por las declaraciones en contra del catalán de una diputada del PP. Acorella acusó a CHA e IU de ser «referentes catalanistas en Aragón».
Más allá de las acusaciones políticas, desde el Grup Enciclopèdia Catalana, Montserrat Comelles reconoció que puede haber «errores» por ejemplo, en algunos mapas, y se escudó en que el contenido de esta compilación se basa en el de la ‘Enciclopedia Catalana’ que se editó en los años 60 «durante la etapa franquista y cuando Cataluña vivió una época de resistencia». Comelles admitió también «discrepancias en la interpretación de la historia» y que puede haber «cuestiones discutibles». Además, explicó que esta enciclopedia infantil se elaboró con un director-asesor en cada uno de los tomos.

Cataluña ‘conquista’ Aragón en los mapas. En estos mapas que se incluyen en la polémica enciclopedia infantil sobre Cataluña, los límites de la Comunidad vecina se establecen sobre territorio aragonés y el de Huesca prácticamente pasa a depender de Cataluña.

No se trata de ignorancia, sino de una irresponsabilidad supina y de un inaudito empeño de adoctrinamiento a niños: es la llamada ‘Superenciclopèdia’ para niños de entre 8 y 14 años, editada por un grupo catalán a principios de la década pasada y que sigue en centros escolares catalanes y bibliotecas con un contenido que incluye gran parte de Aragón en los llamados ‘Països Catalans’. Los constantes intentos de manipulación han de ser denunciados por muy cansinos que resulten.
Publicat per Heraldo de Aragon, edició de paper, diumenge dia 7 d’abril de 2013