El cocodrilo más antiguo de Europa hallado hasta ahora vivió en el territorio que hoy es España hace aproximadamente 65 millones de años. En el ránking mundial de antigüedad de fósiles de cocodrilo, comparte el segundo lugar junto a ‘Prodiplocynodon langi’, una especie de una edad similar hallado en Norteamérica. Investigadores de la Universidad de Zaragoza encontraron su cráneo, muy parecido al de los cocodrilos actuales, en Arén (Huesca), una localidad rica en yacimientos paleontológicos.Su hallazgo abre una nueva vía en la investigación sobre el origen y la evolución de los cocodrilos modernos ya que, según señalan los autores del estudio, podría significar el origen europeo para la familia ‘Crocodylidae’, a pesar de que en la actualidad no vive ningún representante en Europa. Los investigadores creen que había migraciones de los cocodrilos hace 65 millones de años entre el territorio que hoy es Europa y Norteamérica.
El cráneo de un ejemplar joven
El nuevo ejemplar encontrado en Huesca ha sido bautizado como ‘Arenysuchus gascabadiolorum’. Basándose en el tamaño de su cráneo, los investigadores, que acaban de publicar su estudio en la revista PloS ONE, calculan que el reptil debía medir entre 1 y 1,5 metros de longitud.
El investigador Eduardo Puértolas, uno de los autores del estudio, explica que el cocodriloide vivió hace aproximadamente 67 – 65 millones de años, algunos cientos de miles de años antes de que un meteorito causara la extinción de los dinosaurios. Más complicado de determinar es la edad del cocodrilo (si era joven o adulto): “Es el único cráneo de esta especie que se conoce y no podemos comparar para ver qué variaciones de tamaño tendrían con la edad. De todas formas, sí se observa que es un cráneo de pequeño tamaño pero que ya presenta alguna característica morfológica de adulto, por lo que creemos que se trataría de un ejemplar joven ya dentro del periodo adulto”, explica a ELMUNDO.es a través del correo electrónico.
Evolución de los cocodrilos
‘Arenysuchus gascabadiolorum’ pertenece al grupo de los denominados ‘cocodrilos verdaderos’. Según explica Puértolas, este término “es la traducción de la palabra griega ‘eusuchia’ (o ‘eusuquia’ si lo castellanizamos) y es un grupo que surgió en el Cretácico en el que se incluye a todos los cocodrilomorfos actuales y algunos extintos”. Es decir, en este grupo están todas las especies actuales de cocodrilos (familia Crocodylidae), aligátores y caimanes (familia Alligatoridae) y gaviales (familia Gavialidae).
Los cocodrilomorfos aparecieron a finales del Triásico (más o menos a la vez que los dinosaurios), hace más de 200 millones de años. Por lo tanto, hasta que aparecieron los eusuquios o ‘cocodrilos verdaderos’ (hace 100 millones de años) convivieron una gran variedad de cocodrilomorfos, con morfologías y estilos de vida muy diferentes a los actuales (había marinos como las ballenas, otros exclusivamente terrestres, vegetarianos, ejemplares que medían más de 15 metros y otros de tamaños minúsculos), señala el investigador.
Migración de reptiles
Los paleontólogos José Manuel Gasca y Ainara Badiola, del grupo de investigación Aragosaurus-IUCA, coordinado por José Ignacio Canudo, encontraron en 2008 el cráneo en el yacimiento ELÍAS de la localidad oscense.
Hace 65 millones de años, el territorio que hoy llamamos Europa era un archipiélago integrado por grandes islas que en teoría, impedían la dispersión de los animales terrestres, entre los que se encontrarían los cocodrilos (a pesar de que pasan mucho tiempo en el agua). De hecho, algunas especies tienen dificultades para nadar en el mar.
‘Arenysuchus’ se encuentra estrechamente relacionado con cocodrilos norteamericanos de su misma edad por lo que la conclusión de los investigadores es que había migraciones de los cocodrilos hace 65 millones de años entre las islas europeas y Norteamérica. Según sugieren en su estudio, el paso se haría por las actuales tierras heladas del Polo Norte en los momentos de bajada del nivel del mar, en los que utilizarían los puentes de tierra y la poca profundidad para pasar entre islas. Además de los cocodrilos, estos pasos de tierra probablemente también eran utilizados por mamíferos, dinosaurios y otros reptiles del final del Cretácico.
En los yacimientos de Arén (Huesca) se han desenterrado en los últimos años los fósiles de dinosaurios más modernos de Europa, entre los que se encuentran los hadrosáuridos ‘Arenysaurus’ y ‘Blasisaurus’.