Más de treinta alcaldes y los representantes de las comarcas de La Litera, la Ribagorza y el Bajo Cinca exigieron ayer en Binéfar que se mantenga el convenio sanitario entre Aragón y Catalunya, al que se acogen miles de oscenses de la zona oriental. El presidente literano, Antonio Fondevila, explicaba que “entiendo que todavía está en vigor porque si una de las dos partes no dice lo contrario está en vigencia diez años, hasta 2015”. Fondevila añadió que “queremos saber por qué estos incumplimientos de convenio y si va a ser norma general”. A consecuencia de la convocatoria de la reunión de ayer en la sede comarcal de La Litera, ya se ha conseguido que el próximo 26 de junio una comisión de municipios y comarcas afectados sean recibidos en Zaragoza por el consejero de Sanidad, Bienestar Social y Familia, Ricardo Oliván. “Vamos a ir los presidentes de los consejos comarcales y los alcaldes de los municipios más grandes. Por la parte de La Litera vendrán Tamarite y Binéfar, por ejemplo. Vamos a ver qué postura es la del Gobierno de Aragón y que en esa negociación con Catalunya estemos representados”. La problemática es la siguiente, según la explica el propio Fondevila: “Por parte de muchos vecinos de nuestros municipios ha empezado a haber toques en nuestros ayuntamientos porque en los hospitales de referencia catalanes se está incentivando que se utilicen los hospitales aragoneses de referencia por parte de médicos, enfermeras y personal administrativo. Eso, acompañado de noticias de que algunas cosas se van a dejar hacer, ha causado preocupación”. Esta situación está generando algunos problemas. “Los profesionales son igual de buenos que en Lleida, pero ni el Hospital de Barbastro es el Arnau de Vilanova en cuanto a medios técnicos, vamos a crear un colapso si va mucha gente de esta zona a Barbastro y ya se ha empezado a notar que gente mayor se está empadronando en Catalunya”. También se destaca el hecho de que las comunicaciones de la zona oriental de Huesca con Lleida son más fluidas que con Barbastro y Huesca capital. Entre los casos concretos de merma de servicios que los pacientes oscenses están detectando está la imposibilidad de seguir recibiendo quimioterapia en Lleida. O que tras ser atendidos en Urgencias y una vez hecho el diagnóstico, se invita al paciente a seguir el tratamiento en Barbastro. El Convenio entró en vigor en mayo del año 2005 El 26 de Mayo de 2005, en Tamarite de Litera, los Gobiernos de Catalunya y Aragon firmaron un convenio de intercambio sanitario, poniendo en las zonas limítrofes a disposición de los vecinos de uno y otro lado, centros asistenciales, hospitales, y medios como ambulancias. Este acuerdo no hablaba de cantidades., ni se menciona en ningún apartado. Ambas comunidades daban servicio a ciudadanos de uno y otro lado, y a final de año emitían un coste de prestación de ese servicio – tanto en Aragon como en Catalunya que era pagado por el Gobierno Central, al ser incluido en los fondos de compasión interterritoriales del Ministerio de Sanidad. Este convenio especificaba que los vecinos de la Ribagorza- podían utilizar el centro Pont de Suert- o los del Segriá la Policlínica de Fraga. El acuerdo engloba a 46 municipios de Aragon y 35 de Catalunya. La Generalitat de Catalunya desde hace varios años insiste en que este servicio cuesta de sus arcas 10,5 millones de euros anuales, y desde hace varias semanas viene ya aplicando el recorte desviando pacientes, en especialidades hacia el Hospital Comarcal de Barbastro y en tratamientos de quimioterapia, continua con radiología, y recalca que mantendrá la prestación a quienes la mantienen desde hace un tiempo pero no incorpora nuevos pacientes. Los alcaldes, quieren ser protagonistas propiciando y pidiendo participar en los foros que mantengan – Gobierno de Aragon, Generalitat y Gobierno Central- Temen que si este recorte se confirma pueda haber ademas perdida de población en el medio rural. Los alcaldes manifiestan su voluntad de seguir trabajando para que la situación de las poblaciones frontera de Aragon y Catalunya, no constituya un problema en articular la articulación de servicios básicos, coherentes, cercanos y de calidad