El Club Montisonense Montaña se reunieron para hacer la ruta de “La Terreta”
ubida al Pui de Llerás, de ronda por La Terreta.
El pasado domingo 24 de abril, un total de 14 senderistas del Club Montisonense nos juntamos para realizar una ruta en la comarca natural denominada “La Terreta”, un lugar muy poco conocido para los montisonenses que debido a su orografía es muy apropiado para realizar interesantes rutas por sus encantadores senderos. Además, esta zona es conocida como una reserva de buitres.
Para conocer este precioso valle nos iremos a la localidad de Arén, siguiendo la N-230 pasados un par de kilómetros está el desvío a La Torre de Tamúrcia, continuando hacia Espluga de Serra y finalmente por pista de tierra al núcleo de “El Castellet”.
Aparcamos nuestros coches junto al ancho camino ya que no hay un lugar acondicionado, nos calzamos las botas y comenzamos nuestra andada muy animados.
La mañana ha sido muy fresca después de las tormentas del sábado, de manera que hoy luce el sol más limpio y radiante. También los campos de cereal y los árboles resplandecen con sus diversas tonalidades verdes, que contrastan con las paredes de caliza de la montaña de Sant Gervás al norte.
Tomamos la misma pista por la que hemos venido encontrando al poco rato una hermosísima fuente donde nos divertimos haciendo fotos, y luego llegamos a Espluga de Serra, núcleo que antiguamente era capital de término pero que actualmente depende del Ayuntamiento de Tremp. Está habitado por algunas familias, dicen que son hippies, el caso que tienen escuela y algunas casas arregladas lo que resulta bastante interesante.
Un grupo de tulipanes rojos en el jardín de una casa hacen las delicias de los fotógrafos, la curiosidad nos lleva a la pequeña y coqueta iglesia y enseguida, junto a la escuela, enlazamos con el sendero que nos llevará al ya visible Pui de Lleràs, una montaña que es punto culminante y nexo de unión entre las Sierras de Castellet y de San Salvador, haciendo límite con la comarca catalana del Pallars Jussá.
El sendero es ancho como una pista hasta un desvío a la derecha, es un lugar hermoso con bastante vegetación entre la cual deberemos ascender ganando terreno y desnivel hasta situarnos en la base de una mole de conglomerado en forma de “mallos”; allí la senda se encarama a modo de cornisa o faja hasta rodear las verticales paredes; No es un lugar peligroso ya que el camino está tallado dejando pared a ambos lados, al poco el espacio se ensancha salvando mediante algunas lazadas el trecho que queda hasta la cresta o collado, donde las vistas son verdaderamente formidables. Al este y oeste se abren enormes valles con montañas de siluetas exquisitas, es un buen sitio para sentarnos al sol y comer un bocadillo. Descansamos las piernas y a continuación nos dirigimos por la cresta al sur, sorteando diversas prominencias siempre cerca del filo hasta emprender la última y dura subida al Pui.
Como si nos estuviesen esperando, un numeroso grupo de caballos se ha congregado en las praderas que rodean la cumbre principal, a la que llegamos muy contentos ya que es un lugar realmente agradable. Nos divertimos fotografiándonos con los équidos, unos blancos, otros negros e incluso uno manchado que recuerda a las películas de indios. El grupo entero nos juntamos finalmente en el vértice, nada menos que 1692 m. de altitud, para inmortalizar este día entre las buenas excursiones del Club. La fresca brisa revela que están muy cerca las montañas nevadas que oteamos con curiosidad intentando desvelar el nombre de algunas de ellas.
Desde la cima la bajada la hicimos por la cresta sur, llegando a la collada del Caramell desde la que se desciende por un hermoso sendero hacia El Castellet, disfrutando de unas vistas espectaculares hacia los formidables mallos de conglomerado de diversas formas, todas ellas espectaculares. Un último trecho por el recién brotado robledal supuso el colofón a una jornada soleada y muy agradable, que como otras veces, quisimos que acabase en una pequeña celebración en un restaurante de Arén.
Club Montisonense de Montaña – Senderismo