Seguir apostando por este itinerario, utilizando la alternativa A, más al norte, permite a REESA aprovechar las pilonas instaladas en el municipio grausino, uno de los más afectados. La mayoría de los ayuntamientos presentará alegaciones, mientras que la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica –que organizó una manifestación ayer frente a la sede de la Diputación de Lérida- estudia acciones con sus abogados.
El trazado definitivo de la línea Peñalba-Monzón-Isona es básicamente el mismo de la línea Aragón-Cazaril, que rechazó el gobierno francés y fue desestimada por el Tribunal Supremo en 1999, y de la Graus-Sallente, propuesta ese mismo año 1999 y anulada por el Supremo en 2005. Tanto es así, que el trazado propuesto por REESA pretende aprovechar las pilonas instaladas ya en el municipio de Graus con motivo de esas iniciativas anteriores desestimadas por los tribunales.
Los municipios afectados en Ribagorza son, principalmente, Graus, Capella, Lascuarre, Tolva, Monesma-Cajigar y Puente de Montañana y, desde ahí, la línea cruza hacia Tremp, en la vecina Cataluña. Los responsables de REESA dieron a conocer ayer a los alcaldesa aragoneses y catalanes afectados el recorrido propuesto para la Peñalba-Monzón- Isona en un encuentro mantenido en la Diputación de Lérida que se prolongó por espacio de casi dos horas y que se celebró con una treintena de personas de la Plataforma Unitaria en contra de la Autopista Eléctrica manifestándose a la entrada de la sede provincial.
Al encuentro asistió el alcalde de Tamarite, Francisco Mateo, en nombre de la Diputación Provincial de Huesca; y los alcaldes de Graus, Benabarre, Secastilla (en representación del de Monesma-Cajigar), Lascuarre, Peñalba, Villanueva de Sijena y Ontiñena. Por la parte catalana, asistieron varios alcaldes del Pallars Jussà y el presidente de la diputación ilerdense, Jaume Gilabert, quien se mostró contrario a esta infraestructura y mostró su apoyo a los afectados.
La alcaldesa grausina, María Victoria Celaya, se mostró en contra de este trazado, que pasa por dos núcleos grausinos –Pueyo de Marguillén y la Puebla del Món- y aseguró: “He manifestado mi rotundo no” a la alternativa. Especialmente, añadió, porque “desde REESA justifican que el aprovechamiento de las pilonas instaladas en Graus supone un menor impacto ambiental porque ya están instaladas, cuando esas pilonas se colocaron por una línea desestimada”. La empresa, según explicó la alcaldesa, justificó esta línea por la creciente demanda de electricidad (un 3,4 a nivel de España y un 5,4 en Aragón). El anteproyecto saldrá a información pública en marzo y la alcaldesa anunció que “alegaremos en el periodo de información pública al Ministerio de Industria y también estudiaremos alegaciones conjuntas desde la Diputación o la vía judicial”, indicó. Celaya manifestó su “sorpresa” por el apoyo de los alcaldesa de Peñalba, Villanueva de Sijena y Ontiñena a esta actuación, si bien el impacto ambiental, como es lógico, es más importante en las zonas situadas en el prepirineo.
Por su parte, el alcalde de Lascuarre, José Luis Lloret, otro de los afectados que asistieron a la reunión, explicó que el trazado propuesto discurre paralelo a otra línea que ya atraviesa el monte de la localidad. De cara a presentar alegaciones, manifestó que “deberían articularse desde la Consejería de Industria del Gobierno de Aragón, como algo global y por parte de un órgano competente”.
Aunque finalmente Benabarre no se ha visto afectado por el trazado escogido, su alcalde, Alfredo Sancho –que también se mostró sorprendido por la postura de los alcaldes de la parte baja de la provincia-, aseguró: “Pensamos en clave de territorio y siempre hemos dicho que cualquiera de nosotros, aunque no se viera afectado, seguiría estando en contra”.