La DGA desbloquea al fin la ampliación de la estación de Cerler por Castanesa

La declaración del proyecto de interés general se aprobará en unos días tras haberla pospuesto el PAR hace más de un año Aramón ajusta el diseño a las prescripciones del Inaga y el resto de sectores se aparcan.

La ampliación de la estación de Cerler por el valle de Castanesa tendrá el visto bueno definitivo en tan solo unos días, cuando el Consejo de Gobierno de la DGA apruebe la declaración del proyecto de interés general y cierre así cinco años de tramitación administrativa. Este paso supone toda una declaración de intenciones por parte del Ejecutivo de Rudi, ya que desde ese momento empezará a correr el plazo de dos años para iniciar los trabajos. De no cumplirse, se bloqueará de nuevo toda la actuación al tener que redactarse una nueva evaluación de impacto ambiental.

El proyecto de interés general tan solo incluye la ampliación de Cerler por el valle de Castanesa y deja «en suspenso» el desarrollo de los otros tres sectores previstos, que se dejan para más adelante y deberán someterse a la preceptiva evaluación ambiental para cumplir el sueño del grupo Aramón de lograr el mayor dominio esquiable del país. El objetivo era lograrlo en 16 años, aunque la crisis económica imposibilitará cumplir los plazos de un desarrollo que requiere una inyección global de casi 400 millones de euros.Los esfuerzos se centrarán en el denominado «dominio de Castanesa», que engloba un área esquiable de casi 55 hectáreas de superficie y que tendrá como principal atractivo la apertura de un nuevo acceso que acercará la estación a Cataluña, Francia y Levante. De hecho, a solo 15 kilómetros está proyectada la vía rápida que comunicará Lérida con el valle de Arán.Para hacerlo realidad, se tendrán que invertir, al menos, 186,5 millones. Las actuales restricciones del mercado financiero para respaldar grandes proyectos, unidas al elevado endeudamiento del grupo Aramón, impondrán su ejecución por fases. Oficialmente, la documentación presentada por Aramón recoge la intención de hacerlo en cuatro años, pero los propios promotores son conscientes de que se necesitará más tiempo porque parte del dinero deberá salir del desarrollo inmobiliario asociado al proyecto.El PAR pospuso la aprobación hace más de un año ante la cercanía de las elecciones y adujo que faltaba un trámite por parte de la Dirección General de Turismo, lo que congeló el objetivo de sus antiguos socios del PSOE de dar el visto bueno definitivo. Ahora, los aragonesistas gobiernan con el PP y han puesto punto final a las trabas: el director general de Turismo, el aragonesista Gonzalo Lapetra, estampó su firma hace solo unos días.El grupo Aramón hizo con antelación sus deberes y presentó hace más de un año sendos documentos técnicos en los que justificaba el cumplimiento de las prescripciones impuestas por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) y por la Dirección General de Urbanismo. Así lo reconoce el propio informe redactado por la DGA, que detalla todas las adaptaciones, medidas preventivas y correctoras, restauraciones de los terrenos y planes de vigilancia exigidos de antemano en la declaración de impacto ambiental.En la lista se incluye la eliminación de una pista de esquí y sus extensiones por ubicarse en áreas de calidad natural alta o muy alta, la modificación de otras para ajustarse a la orografía del terreno y la minimización de desmontes. También se han redimensionado las balsas de la Pleta Vella y Salses, necesarias para acumular el agua requerida para alimentar los cañones de innivación.Aramón se ha comprometido igualmente a señalizar los cables de la telecabina de Fonchanina y cuatro de los remontes para evitar el impacto de aves. La integración paisajística se mejorará con el soterramiento de los cimientos de hormigón diseñados para sustentar «postes, señalizaciones, paneles y estructuras». Las medidas correctoras incluyen la futura construcción de una red de drenaje y un separador de hidrocarburos en los aparcamientos previstos en Benifons y Fonchanina.
Con estos cambios no se acabarán los ajustes, ya que el holding de la nieve también estará obligado a presentar sendos planes de restauración de los terrenos y de vigilancia ambiental, complementado con otro de difusión. Los proyectos constructivos requerirán de validación y, antes de todo, se deberán acometer las expropiaciones, cuya declaración de «utilidad pública e interés social» cuenta con el visto bueno de la DGA.

El grupo Aramón aspira a construir la primera telesilla antes de finalizar la legislatura

El holding de la nieve prevé que la estación de Cerler crezca por fases ante la coyuntura económica y las dificultades de financiación
La previsión era culminar Castenesa en solo cuatro años, pero su desarrollo se alargará.

ZARAGOZA. El holding aragonés de la nieve, Aramón, aspira a iniciar las obras de ampliación de la estación de Cerler antes de que finalice la legislatura, lo que pasaría por la construcción de una primera telesilla para comunicar el futuro dominio esquiable con las actuales instalaciones. Así lo aseguraron fuentes oficiales del Gobierno de Aragón, que remarcaron que la resolución del problema financiero por el que atravesaba el grupo permite afrontar la planificación de futuros desarrollos. Eso sí, resaltaron que los plazos están supeditados a la evolución de la economía.

El informe de la DGA por el que se aprueba el interés general de la ampliación de Cerler especifica que la previsión era desarrollar el dominio de Castanesa en tan solo cuatro años. En la primera fase se incluye el desarrollo del frente de nieve de Castanesa, «sus accesos por el eje de Baliera, las pistas principales y la conexión con la actual estación de Cerler», para lo que estimaban tres años de trabajo. Con posterioridad, se acometerían el resto de actuaciones.
El Gobierno de Aragón, que comparte a partes iguales con Ibercaja el accionariado de Aramón, ni siquiera se atreve a esbozar un cronograma para concluir el dominio de Castanesa, que ocupa un área esquiable de casi 55 hectáreas. Lo que sí tiene muy claro es que se debe impulsar la tramitación de los proyectos de infraestructura y edificación para estar en disposición de iniciar las obras en cuanto cambie el ciclo económico. « La crisis es muy complicada, pero la intención es acometer los proyectos y al final de la legislatura, cuando mejore la situación económica, desarrollarlos», subrayaron las citadas fuentes oficiales del Ejecutivo.
Si se cumplen las expectativas, el año que viene estarían más que lanzados los proyectos para, en el momento que se pueda, iniciar la ampliación de la estación desde la zona de Basibé. Este collado es el punto de unión entre el valle de Castanesa y las actuales pistas, por lo que se podrían acometer la primera telesilla sin un gran desembolso económico en un plazo de dos años y evitar así retomar toda la tramitación ambiental. «Habrá que acometer las obras poco a poco y hay que asumir que se van a alargar por la situación económica», señalaron.
Parte del trabajo que queda de planificación para ampliar Cerler por el valle de Castanesa se completó hace más de un año. El equipo de arquitectos del despacho de Norman Foster entregó a Aramón los proyectos básicos de las instalaciones que le encargó. Entre ellas, el edificio principal de Castanesa y la cafetería-restaurante diseñada para el pico de Tous.
La declaración del proyecto de interés general supone el paso definitivo para rentabilizar la inversión millonaria de Aramón en la compra de parte de los terrenos. Para ello, la sociedad de Castanesa (incluida en el holding) solicitó un crédito a Bankinter por un importe de 20,5 millones que debe devolverse en enero de 2015. «Con la aprobación se evita que decaiga todo el proceso administrativo y se evita perder las expectativas urbanísticas de los suelos. Se ha hecho una importante inversión que Aramón tiene que rentabilizar en el futuro», indicaron desde la DGA.
Créditos y plusvalías
El grupo confiaba en cubrir la inversión, valorada inicialmente en 186,5 millones de euros, con una combinación de créditos y recursos propios, ya que prevé la venta de suelo destinado a hoteles y apartamentos. No obstante, los socios son muy conscientes de que las plusvalías tendrán que esperar porque la recuperación del mercado inmobiliario es incierta.
La intervención urbanística es precisamente lo que genera más controversia y cuenta con el rechazo de los colectivos conservacionistas, aunque el Consejo de Ordenación del Territorio de Aragón lo respalda con firmeza. «El incremento de viviendas vendrá acompasado con el propio incremento de las actividades que se vayan generando en torno a la construcción y explotación de la ampliación de la estación. Los beneficios pueden reflejarse en los núcleos de población más próximos», señaló para informar favorablemente el proyecto.
A esto se añade otra dificultad, el propio endeudamiento de la sociedad, que tuvo que refinanciar los créditos con los bancos. Aramón y sus empresas participadas adeudaban 88,8 millones de euros esta primavera y atravesó un grave tensión de tesorería, agravada por las pérdidas de la última temporada, que llevaron este verano a aprobar finalmente una ampliación de capital para cumplir con sus compromisos.
El sector de la nieve
Los planes de la DGA no solo se limitan a la ampliación de Cerler, sino que también pasan por potenciar los valles de Tena y Aragón con su unión, para lo que se necesita una importante inversión que difícilmente se logrará a corto y medio plazo. Lo que se ha descartado es el desarrollo urbanístico previsto en Panticosa para reflotar la estación. El alcalde, el popular Ricardo Laguna, busca ahora fórmulas alternativas.

AGAFAT DEL “HERALDO DE ARAGON” DIUMENGE DIA 19 D’AGOST. EDICIO DE PAPER