Un informe indica que se vulneran numerosos tratados internacionales
El texto destaca que “las lenguas de Aragón (catalán y aragonés) rara vez generan una situación conflictiva. Casi el 100% de sus oradores también puede hablar español y se cambia el idioma utilizado en función de cada entorno. Como resultado de siglos de represión y adoctrinamiento, el aragonés y el catalán sólo se utilizan dentro de la familia y las relaciones sociales cercanas. Traspasar estos límites supone el rechazo social, la burla y serias dificultades para el acceso a los servicios o al fracaso en el trato con la administración pública”. Asimismo, señala que solo “los activistas del lenguaje tratan ocasionalmente de hacer visible esta situación mediante el ejercicio público sus derechos y, por lo general, tienen que renunciar cuando llegan al punto en que el sistema se niega cualquier interlocución con ellos”. El documento recuerda que el Estado español vulnera más de una docena de leyes y tratados internacionales.