En Arén no se han extinguido los dinos: es un hecho.

La localidad ribagorzana tiene uno de los yacimientos paleontológicos más interesantes de toda la provincia de Huesca, con especies propias y ‘jovencísimas’ dentro de la prehistoria del planeta.

Pablo Ferrer.

Antonio, alguacil de Arén, junto a una reproducción de blasisaurus canudoi.

Miguel Gracia es el presidente de la Diputación Provincial de Huesca y también ejerce desde hace años como alcalde de su pueblo, Arén, en la Alta Ribagorza. Un municipio que desde hace ya unos cuantos años vive abrazado a los vestigios de sus queridos dinosaurios. “Este tema ha movido mucho, efectivamente. El año pasado, en el mes de agosto, hubo 1.200 personas en nuestro Museo temático, inaugurado en 2007; para nosotros es mucho, desde luego. Además, al haberse convertido en un aliciente dentro de la zona, hemos incorporado nuestro nombre a otros puntos de interés turístico local como el poblado medieval de Montañana y sus recreaciones históricas, los catamaranes y kayaks en Canelles, las pasarelas de Montfalcó y el Montsec, la zona de Bonansa y sus hoteles boutique… son muchas cosas. Lo mismo más abajo, empezando por Benabarre, o Alaón en Sopeira, aquí al lado”.

Miguel se congratula del impacto creciente de Arén y toda la zona. “Cada vez se conoce más en el resto de Aragón, incluyendo Zaragoza, aquí siempre hemos tenido más tirón en la parte catalana. Tenemos buenos servicios, empezando por Casa Domenc, un clásico en la hostelería, con bar y spa y otro bar frente al Ayuntamiento, el Teuet, con otro modelo de negocio, más los negocios de la carretera, que funcionan muy bien. También tienen mucha incidencia los cazadores y pescadores en otoño e invierno, lo que permite que funcione todo el año, además de buenas casas rurales y apartamentos. Este verano hemos tenido mucha gente en el pueblo hasta fechas más avanzadas de lo habitual”.

Las icnitas de Arén.

Miguel recuerda cuando empezó la ‘fiebre dino’ en Arén. Todo se presentó en 1997, aunque ya se habían hecho excavaciones durante tres o cuatro años con Canudo y su equipo de investigadores. Se hizo público lo hallado después de la identificación y protección en yeso de muchos restos, que se bajaron a la Universidad de Zaragoza para su estudio. Paleo y Más, junto a otras firmas, trabajaron en el tema. Nosotros nos fuimos centrando en la recuperación in situ de la ladera en arenisca, el collado de Elías arriba y el propio yacimiento Blasi, a tres cuartos de hora del pueblo a pie, una ruta muy apta para las familias”.

El Arenysaurius Ardèvoli es el principal referente del yacimiento de Arén. Era un hadrosaurio, dinosaurios con pico y patas posteriores muy desarrolladas, que caminaban erguidos. Se halló un fémur completo, 40 vértebras y una tibia del animal. En 2008 se identificó el Blasisaurus Canudoi, aparecido en el yacimiento Blasi y nombrado así en homenaje al paleontólogo aragonés Iñaki Canudo, director del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza.

Los geólogos sabían que las inmediaciones de Arén reunían las características apropiadas para poder descubrir fósiles de dinosaurios, pero ha sorprendido la gran cantidad de restos encontrados de un sólo ejemplar y el hecho, todavía más interesante, de que el animal viviera en los últimos momentos del período Cretácico.

Los recuerdos del hostelero

Juan Antonio Pascual Almella, de Casa Domenc, fue parte activa de aquellos días de hallazgos iniciales. Los primeros trabajos fueron emocionantes. Había ilusión de que Iñaki Canudo encontrara algo, claro; al principio vino con investigadores de Lleida, Rioja y el País Vasco, sobre todo; se quedaron aquí en casa. Las primeras excavaciones fueron un agosto, los medios tenéis menos noticias en esas fechas –ríe– y fue un ‘boom’, todo el día teles y periódicos aquí. Era como la fiebre del oro, aunque la cosa se relajó. Tras las excavaciones se hizo la ruta hasta el yacimiento y luego llegó el Museo, que ha explotado un poco más con la pandemia, curiosamente, porque gente de la zona y también de otros puntos de Aragón han venido bastante. Los dinosaurios no son realmente un motor de pernoctaciones, pero sí traen gente para el día, y tiene un buen impacto”.

El establecimiento que regenta tiene su origen en el concepto de fonda. “Tengo escrituras de Agustí Domenc datadas en 1720. En 1768 ya obtuvo el establecimiento el rango de servicio de mesón y taberna; han pasado varios apellidos por la casa hasta que llegaron los Almella, también descendientes de Domenc. Llevo aquí desde 1982, y aquí seguimos, sobreviviendo. Tengo tres hijos y no sé lo que van a hacer, así que no sé si seguirá la saga en el negocio. El hotel se hizo en 1988 con el restaurante y el bar, y el spa tiene 10 años”.

La ‘fiebre dino’ seguía recibiendo alimento estructural. En el mismo entorno de Blasi se hicieron unas réplicas idénticas de los hallazgos, aliciente para el paseo que quedó seriamente afectado tras la tormenta Filomena. “El hielo posterior reventó esas réplicas –explica Miguel– y luego fueron desapareciendo los pedazos… ahora estamos charlando con Paleo y Más para intentar rehacerlas. Tenemos otro punto importante de vestigios, las icnitas junto a la zona industrial del pueblo. Los tres alicientes, incluyendo aquí al Museo, funcionan muy bien solos o combinados. Hay una réplica de dinosaurio allá en las icnitas para las fotos, y se ha señalizado un nuevo camino”.

Los caminos de los yacimientos están muy bien señalizados

Las icnitas son muy nítidas; el primer rastro tiene cuatro circulares, e impresiones de tres dedos, siendo el central de mayor longitud; en la cuarta huella se identifica otro individuo. Hay un segundo rastro con tres huellas tridáctilas, y un tercer rastro con otras dos. Pueden ser saurópodos, terópodos y ornitópodos.

Por otro lado, y más allá de los dos grandes dinosaurios identificados, han aparecido restos óseos de otros dos dinosaurios herbívoros más pequeños y fósiles dentales de al menos un carnívoro, además de placas del caparazón de uno o varios quelónidos. Un dato cronológico:los dinosaurios de Arén debieron morir poco antes de que se extinguiera la especie, hecho para el cual no se ha hallado una explicación certera; nunca se habían encontrado en Europa antes de los hallazgos de Arén dinosaurios tan ‘jóvenes, de una época tan cercana a la extinción masiva.

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