La mayoría de los 16 alcaldes altoaragoneses afectados, de distinto signo político, mantienen su postura en contra de la Peñalba-Monzón-Isona a pesar de la defensa realizada desde los grupos PSOE, PAR y PP en Aragón.
La unanimidad se ha roto. La mayoría de los alcaldes afectados por el anteproyecto de la línea de alta tensión Peñalba-Monzón-Isona (400 kV) propuesto por Red Eléctrica de España se mantienen fieles a sus principios para evitar que la autopista eléctrica atraviese sus municipios. Al margen de las siglas políticas, y a pesar de que desde los grupos PSOE, PAR y PP del Gobierno de Aragón se ha defendido su “necesidad” aunque con la condición del “consenso”, la oposición se mantiene en el territorio. Las diputaciones provinciales de Huesca y Lérida ya han anunciado que presentarán alegaciones conjuntas para reforzar la “unidad”.
Pero esa unidad en Aragón ya no existe. En Cataluña, el territorio mantiene su oposición pero todavía no se ha pronunciado la Generalitat. Los representantes de los grupos mayoritarios en las Cortes de Aragón han abierto fisuras al defender la necesidad de una línea que aprovechará las antiguas pilonas de la Aragón-Cazaril, que debían haberse desmontado después de que el Tribunal Supremo descartara el trazado en 1999, así como las de la Graus-Sallente, que ya había desestimado el mismo tribunal.
A ambas líneas se opusieron todos, por última vez, el 6 de febrero de 2009, al aprobar una moción conjunta a propuesta de Chunta Aragonesista. Este partido e Izquierda Unida mantienen su postura mientras que PSOE, PP y PAR se aferran al segundo punto que apunta la posibilidad de buscar alternativas sostenibles para argumentar su postura.
Piden explicaciones a Aliaga
Pero la mayoría de los alcaldes del Alto Aragón todavía no han escuchado un argumento que les valga para aceptar el proyecto. “Si el consejero Arturo Aliaga defiende la necesidad, igual habrá que pedirle que nos explique el porqué. Hasta Monzón es posible, y además no hay oposición, pero de ahí hacia arriba, ¿para qué? Si era para pasarla a Cataluña, se podría haber hecho por más abajo”, comenta Francisco Mateo, diputado y representante por Huesca en la comisión formada con Lérida, que la próxima semana se reunirá para valora las acciones. De hecho, opina que quizá habría que replantearse la necesidad porque “las previsiones de crecimiento económico en España se han reducido mucho”, y es uno de los argumentos de Red Eléctrica.
“La idea es presentar alegaciones conjuntas y ayudar a todos los ayuntamientos a presentarlas”, explicó ayer Mateo. En total, hay 16 términos municipales afectados en el recorrido por Aragón, de los que la mayoría están en contra. Aunque en el acto de presentación del trazado de la línea, que se celebró el lunes en Lérida, se supo que algún alcalde del sur de la provincia estaba a favor, asegura que “la oposición se mantiene en el norte. Desde la Diputación se va a mantener y se presentarán alegaciones”.
En Cataluña, la oposición de los cinco municipios afectados es unánime, a pesar de que sus alcaldes también pertenecen a distintos partidos: dos de PSC, dos de CiU y uno de ERC. “Los alcaldes de Cataluña estamos en contra de la línea de alta tensión, de lo que nos habían enseñado y de lo que vimos el otro día. Nosotros continuamos diciendo que no”, asegura el diputado, Bonifaci Colomina (PSC), representante por Lérida en la comisión formada por ambas diputaciones provinciales.
Entre sus argumentos, destaca las afecciones medioambientales porque existen muchas zonas de gran belleza paisajística, en la que causaría un impacto visual. De hecho, “creo que nosotros ya hemos pagado nuestra cota de progreso”, opina, puesto que la zona del Pallars cuenta ya con varias líneas de baja, media y alta tensión.
“Hay unidad entre las dos diputaciones para hacer frente a la línea. Tenemos que acordar una postura común. En esto vamos a ir todos a una”, aseguró Bonifaci Colomina. “Cuando llegó el documento con las posibilidades, ya se apoyó a los ayuntamientos en las alegaciones que han hecho hasta el momento, de forma que la Diputación se hace cargo de los gastos de la defensa del territorio”, comentó. No obstante, también puntualizó que Red Eléctrica de España no ha respondido ninguna de esas quejas. “La idea de los alcaldes es la de seguir en la lucha”, confirmó.
Pero esa unidad en Aragón ya no existe. En Cataluña, el territorio mantiene su oposición pero todavía no se ha pronunciado la Generalitat. Los representantes de los grupos mayoritarios en las Cortes de Aragón han abierto fisuras al defender la necesidad de una línea que aprovechará las antiguas pilonas de la Aragón-Cazaril, que debían haberse desmontado después de que el Tribunal Supremo descartara el trazado en 1999, así como las de la Graus-Sallente, que ya había desestimado el mismo tribunal.
A ambas líneas se opusieron todos, por última vez, el 6 de febrero de 2009, al aprobar una moción conjunta a propuesta de Chunta Aragonesista. Este partido e Izquierda Unida mantienen su postura mientras que PSOE, PP y PAR se aferran al segundo punto que apunta la posibilidad de buscar alternativas sostenibles para argumentar su postura.
Piden explicaciones a Aliaga
Pero la mayoría de los alcaldes del Alto Aragón todavía no han escuchado un argumento que les valga para aceptar el proyecto. “Si el consejero Arturo Aliaga defiende la necesidad, igual habrá que pedirle que nos explique el porqué. Hasta Monzón es posible, y además no hay oposición, pero de ahí hacia arriba, ¿para qué? Si era para pasarla a Cataluña, se podría haber hecho por más abajo”, comenta Francisco Mateo, diputado y representante por Huesca en la comisión formada con Lérida, que la próxima semana se reunirá para valora las acciones. De hecho, opina que quizá habría que replantearse la necesidad porque “las previsiones de crecimiento económico en España se han reducido mucho”, y es uno de los argumentos de Red Eléctrica.
“La idea es presentar alegaciones conjuntas y ayudar a todos los ayuntamientos a presentarlas”, explicó ayer Mateo. En total, hay 16 términos municipales afectados en el recorrido por Aragón, de los que la mayoría están en contra. Aunque en el acto de presentación del trazado de la línea, que se celebró el lunes en Lérida, se supo que algún alcalde del sur de la provincia estaba a favor, asegura que “la oposición se mantiene en el norte. Desde la Diputación se va a mantener y se presentarán alegaciones”.
En Cataluña, la oposición de los cinco municipios afectados es unánime, a pesar de que sus alcaldes también pertenecen a distintos partidos: dos de PSC, dos de CiU y uno de ERC. “Los alcaldes de Cataluña estamos en contra de la línea de alta tensión, de lo que nos habían enseñado y de lo que vimos el otro día. Nosotros continuamos diciendo que no”, asegura el diputado, Bonifaci Colomina (PSC), representante por Lérida en la comisión formada por ambas diputaciones provinciales.
Entre sus argumentos, destaca las afecciones medioambientales porque existen muchas zonas de gran belleza paisajística, en la que causaría un impacto visual. De hecho, “creo que nosotros ya hemos pagado nuestra cota de progreso”, opina, puesto que la zona del Pallars cuenta ya con varias líneas de baja, media y alta tensión.
“Hay unidad entre las dos diputaciones para hacer frente a la línea. Tenemos que acordar una postura común. En esto vamos a ir todos a una”, aseguró Bonifaci Colomina. “Cuando llegó el documento con las posibilidades, ya se apoyó a los ayuntamientos en las alegaciones que han hecho hasta el momento, de forma que la Diputación se hace cargo de los gastos de la defensa del territorio”, comentó. No obstante, también puntualizó que Red Eléctrica de España no ha respondido ninguna de esas quejas. “La idea de los alcaldes es la de seguir en la lucha”, confirmó.